TODOS CONSERVAMOS LOS LÁCTEOS EN LA NEVERA
¿PERO SABES LA IMPORTANCIA DE LA CADENA DE FRÍO PARA SU CONSERVACIÓN?
La leche es uno de los alimentos más consumidos por la humanidad desde hace miles de años. Esta sustancia líquida es obtenida de mamíferos como vaca, cabra, oveja y burra, además, es posible encontrar derivados como queso, requesón, mantequilla, crema, helado entre otros alimentos que consumimos día a día en nuestro hogares.
La leche por la composición nutricional que posee es considerada como uno de los alimentos más completos, destacando su alto contenido de calcio beneficioso para nuestro sistema óseo, por ejemplo, en un vaso de leche de vaca se puede tener aproximadamente 300 mg de calcio, con una mayor capacidad de absorción que el de otros alimentos.
Además del calcio la leche posee otras propiedades nutricionales como el fósforo, magnesio, zinc, yodo, selenio, vitaminas A, D y complejo B, beneficiosas para nuestra salud. Cabe resaltar que estas características pueden variar según la raza, la salud, la edad y nutrición del animal.
Según las estadísticas de la FAO (Food and Agriculture Organization of the United State Nations) del 2018, la producción de leche en el mundo alcanzó los 843 millones de toneladas. La mayor cantidad proviene de la vaca con un 81%, seguido por la leche de búfala con un 15% y cabra con un 2%.
Los productos lácteos son alimentos muy perecederos que a temperatura ambiente se convierten en un ambiente propicio para el crecimiento de microorganismos, por eso para evitar que ellos deterioran las propiedades de la leche y sus derivados, es importante pasteurizar, para mantener de este modo sus características nutricionales, luego de esto, los productos deben mantenerse en refrigeración a temperaturas entre 1 a 4ºC. máximo por 20 días (Ver tabla #1).
La cadena de frío es el sistema más seguro para la conservación de los alimentos, y los lácteos no son la excepción, sin embargo debemos tener cuidado con la congelación, ya que este método puede afectar la composición y calidad de la leche, por ejemplo en el caso de los lácteos líquidos, puede alterar el contenido de las grasas y proteínas. Sabiendo esto, es importante mencionar que la nata se puede congelar en caso de usos industriales como el helado o la mantequilla, de resto lo recomendable es la refrigeración.
Desde casa también podemos aportar para una correcta conservación de los lácteos, por eso te vamos a dar algunos tips que te ayudarán a cuidarlos hasta su consumo.
La leche ni ningún producto lácteo se puede dejar en el sol por más de una hora, ya que esto destruye sus vitaminas e incentiva el crecimiento de microorganismos.
Evita almacenar la leche nueva con la vieja en el mismo envase.
Por si no lo sabías, la leche puede absorber olores con facilidad, así que evita ponerla cerca de alimentos con aromas fuertes.
Ya que sabemos que la leche y sus derivados poseen altos valores nutricionales y que la cadena de frío es nuestra principal aliada para la conservarlos, es imprescindible contar con una tecnología capaz de monitorear en tiempo real la temperatura en cada eslabón de su cadena de suministro, para que llegue al consumidor final un producto fresco y de calidad.
iMometrics puede brindarte la tranquilidad, confianza y seguridad de que tus productos están dentro de las temperaturas adecuadas en cada etapa logística, ¡Ahora si! lleva a tus clientes productos lácteos de calidad con un sabor delicioso y dejemos el mundo lleno de bigotes fríos y blancos.
Para que obtengamos tan buenos resultados que te quedarás frío.